¿Qué grandes hombres de la cultura francesa del siglo XX tienen estrechos vínculos con el Principado?

Jacques-Yves Cousteau, famoso explorador, cineasta e inventor, dirigió el Museo Oceanográfico de Mónaco durante 30 años, de 1957 a 1988. El antiguo dragaminas empezó a explorar los mares a bordo del Calypso y luego creó películas y libros. Su película "El mundo silencioso" ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1956 y dejó una huella cultural indeleble. A lo largo de su carrera, el Capitán Cousteau ha sensibilizado a la opinión pública sobre la belleza de los océanos, pero también sobre las amenazas a las que se enfrentan.

Considerado uno de los más grandes poetas del siglo XX, su obra y su influencia nunca han dejado de extenderse más allá del mundo francófono. Léo Ferré, poeta además de músico, compositor y director de orquesta, nació en el Principado durante la Primera Guerra Mundial, en 1916. Hijo de un croupier de la Société des Bains de Mer, el intérprete de "Avec le temps" desarrolló poco a poco su reputación más allá de las fronteras, gracias a los numerosos artistas que quisieron incluir una composición de Ferré en su repertorio, hasta llegar a la célebre cantante folk Joan Baez, que la convirtió en un clásico en los campus estadounidenses. Hoy, melómanos y curiosos acuden al Espace Léo Ferré a lo largo de todo el año, y éste actúa como un importante centro cultural, ofreciendo eventos eclécticos, sobre todo musicales.